El XIX Trofeo Piquillo de Oro que concede el Ayuntamiento de Lodosa al triunfador de su feria taurina ha recaído en las manos del matador de toros Diego García, que el pasado 3 de agosto consiguió cortar tres orejas de un bravo lote de toros compuesto por uno de la Ganadería de Pincha y otro de Toros de Brazuelas
Una oreja del primero de su lote, de Pincha
El matador de toros Diego García saldó su actuación con el corte de tres orejas, una al primero de su lote «Pícaro» número 50 de la ganadería de Pincha, animal que quedo con mucho motor después de pasar en el encuentro con el piquero y que tras las dos primeras tandas por la derecha, quiso García pasarse a los naturales. El animal sacaba la cara a media altura y amenazaba con rajarse, por lo que el torero madrileño supo dejarle la muleta en la cara tras cada natural obligándole así a seguir embistiendo. Tras realizar el toreo fundamental con ambas manos, recurrió a molinetes, desplantes y arrimones que los tendidos aplaudieron con ganas. Finalmente, una estocada le dio el primer trofeo de la tarde que de no ser por un primer pinchazo hubiese logrado las dos orejas.
Dos apéndices al ejemplar de Toros de Brazuelas
Consiguió cortar otras dos a «Separado» número 16 de Toros de Brazuelas quinto en el orden de lidia. Con este bravo toro Diego desplego un concepto de torero artista desde en el inicio de la faena. Ya antes con el capote había encandilado a la parroquia, en un variado recibo. García baso la faena en la mano izquierda por naturales con media muleta arrastrando y barriendo el albero, llegando con fuerza a los tendidos, optó por terminar el toreo fundamental y ejecutar un pinturero cierre de faena con “naturales” sobre la diestra en los mismos medios. Así, tras un mortal estoconazo, el doble pañuelo asomaba en la presidencia. García mostró cabeza y actitud, es un torero a seguir.
Foto: José Luis Cárdenas