La Peña Taurina José Luis Galloso rinde homenaje a ‘Chiquilín’
Emotiva velada en El Puerto de Santa María, homenajeando al maestro cordobés
El Bodegón número 27 de la Plaza Real, sede de la Escuela Taurina de El Puerto `La Gallosina´ se vistió de luces el pasado viernes por la noche para dar la bienvenida con honores a un torero de ley, a `Chiquilín´ de Córdoba. Rafael González regresaba a la Ciudad de los Cien Palacios, ciudad taurina donde las haya, para recordar con el respetable sus gestas en el ruedo y para desnudar su alma ante maestros y aficionados en una charla organizada por la Peña de José Luis Galloso, con José Luis Muñoz Barrera al frente, y con el director de la Escuela Taurina La Gallosina, José Luis Feria Fernández `Galloso´, maestro y máxima figura de esta tierra.
Asistentes al acto
Una cita taurina que colgó el cartel de `no hay billetes´ y que contó en sus primeras filas con:
El Concejal de la Plaza de Toros de El Puerto, Carmelo Navarro
El Delegado de la Junta de Andalucía en Cádiz de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Óscar Curtido
Los maestros Francisco Ruiz Miguel, Luis Parra ‘El Jerezano’, Juan Carlos Landrove, Antonio González o Eduardo Ordóñez, torero y Presidente de la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas ‘Pedro Romero’; entre otros profesionales del toro.
Además también un gran elenco de aficionados entre los que no faltaron representantes de las demás peñas de El Puerto, como:
El Club Taurino El Rabo
El Espacio Cultural y Taurino `De Sal y Oro´, demostrando con su unión que en El Puerto van todos a una engrandeciendo las ganas hasta que se vuelva a abrir la Puerta Grande de la Temporada.
Trayectoria del maestro
Chiquilín, de saga de toreros y dinastía califal, no defraudó. Guiado magistralmente por el periodista taurino Emilio Trigo, fue desgranando su trayectoria, descubriendo a la persona y al torero, en una velada amena. Rafael González, en los carteles, `Chiquilín´ ha marcado un antes y un después en el escalafón de la novillería, con una carrera estelar que no se ha vuelto a repetir en los últimos treinta y cinco años.
Su mano izquierda
Su magistral mano izquierda y sus soberbios pases de pecho, sacándose el toro por el hombro derecho causaron furor desde sus principios creciendo enseguida la fe de la afición en él.
Dirección Artística de la Escuela Taurina de Córdoba
Hoy ya retirado de los ruedos sigue siendo protagonista como apoderado y al frente de la Dirección Artística de la Escuela Taurina de Córdoba. Torero serio y exquisito, con empaque y galantería dentro y fuera de los ruedos, cuenta con el reconocimiento de sus compañeros y de la afición.
Antecedentes taurinos
Por sus venas corre sangre del primer Califa del toreo, Rafael Molina ‘Lagartijo’, y del cuarto Califa, Manuel Rodríguez ‘Manolete’. Chiquilín es, además, nieto y sobrino de toreros y sin duda alguna uno de los nombres que más eco tuvo en la época dorada de los novilleros de los años 90.
Competencia con Juan Serrano
En el recuerdo quedan sus ‘No hay billetes’ como novillero en mano a mano junto a Finito de Córdoba, algo irrepetible en la historia del toreo. Los partidarios de uno y de otro todavía recuerdan aquellas tardes en la que Córdoba quedaba dividida. Después de tomar la alternativa su carrera no llegó a alcanzar la relevancia que vaticinaba como novillero y el 12 de abril de 2003 hizo su último paseíllo vestido de luces en el coso de Los Califas. Pero siempre orgulloso y feliz de ser torero. El nacido en Córdoba el 26 de febrero de 1968 dejó claro que uno nace torero y muere torero; y que si volviera a nacer volvería a ser torero.
Rafael Jiménez González `Chiquilín´: Novillero de lujo y uno de los más elegantes toreros de final del siglo XX
Los comienzos
La pasión de Chiquilín por el mundo del toro comenzó a forjarse desde niño gracias a su familia donde ha habido muchos toreros como el primer Califa de la historia del toreo Rafael Molina ‘Lagartijo’. Con dos o tres años toreaba con una servilleta y poco después su abuela le hizo un capotillo y ahí comenzó a querer ser torero’. Fue con 14 años cuando se puso por primera vez delante de una becerra a la que montaron en un camión y la toreó en la corrala de un taller mecánico. A partir de ahí, Rafael comenzó una nueva andadura ingresando en la Escuela Taurina cordobesa y aprendiendo a coger un capote y la muleta junto a su primo Alfonso. Su primera vez acartelado fue en Adamuz, vestido de nazareno y oro y actuando como sobresaliente. Luego llegaron las sin caballos, donde ya empezó a despuntar.
Rivalidad con Finito de Córdoba en la época de novillero con caballos
El 22 de mayo de 1989 dio el salto al escalafón de novilleros con picadores en la primera novillada de la Feria de Córdoba, junto a Enrique Ponce y Antonio Manuel Punta. Poco a poco en Córdoba fue brotando una ilusión por ver a sus dos jóvenes promesas, que generaron un ambiente tremendo. La ciudad estaba divida. Por un lado, estaban los partidarios de Finito de Córdoba y por otro los de Chiquilín. Una pareja de novilleros, cada uno con su concepto, que lograron encandilar a toda una ciudad y dividirla. Juntos consiguieron, mano a mano, llenar las plazas y crear un ambiente de rivalidad y emoción que nunca se volvió a repetir.
Impacto en Las Ventas
En 1991, actuó como novillero en Las Ventas y su buen hacer le llevó a cosechar varios premios. Y a pesar de no salir por la Puerta por fallo de espadas, se llevó el Trofeo Yiyo o el Trofeo Mayte al mejor novillero de la Feria de San Isidro, siendo el único cordobés que lo ostenta. Plazas como Sevilla, Córdoba o Granada también vieron el concepto del gozaba Chiquilín, a medida que se iba fraguando un torero que generaba gran expectación.
Alternativa y confirmación
Rafael González ‘Chiquilín’ se doctoró el 27 de mayo de 1992 en su Córdoba natal, en un cartel de categoría con Curro Romero como padrino y Julio Aparicio como testigo, con la divisa de Jandilla saliendo por la puerta de chiqueros. Lleno en la plaza y dos orejas.
Dos años después, confirmó la alternativa en Las Ventas de manos de Sánchez Puerto y José Antonio Campuzano con un encierro de la ganadería de Los Eulogios, donde no hubo posibilidad de triunfo. Aunque su etapa como matador de toros no llegó a alcanzar las cotas alcanzadas como novillero, confiesa sentirse feliz.
Sus últimas tardes de luces
El 12 de abril de 2003, Chiquilín toreó su última corrida vestido de luces en el coso de Los Califas. Fue una goyesca y aunque en aquella tarde no se cortó la coleta, decidió tomarse un año sabático consciente de que el momento que vivía como torero no obtenía la recompensa merecida. Tras ese inciso en su carrera, la última vez que se anunció el nombre de Chiquilín en los carteles fue en un festival en la localidad cordobesa de Puente Genil en el año 2004. Aquella tarde se despidió de los ruedos y lo hizo cortando los máximos trofeos, dejando una huella imborrable por su exquisitez, su toreo puro y su verticalidad ante el toro.
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