Hoy se cumplen cuatro décadas del trágico fallecimiento de Paquirri en Pozoblanco. Por ese motivo, queremos recordar su figura a través del siguiente artículo en ‘Chicuelinas y Tafalleras’
Paquirri, 40 años después
Hace justo hoy 40 años en un pueblo del cordobés Valle de los Pedroches comenzó la leyenda de Francisco Rivera ‘Paquirri’. Pero lo sucedido en aquélla tarde de inicio del otoño en Pozoblanco no debe en ningún caso silenciar la extraordinaria trayectoria en los ruedos del diestro gaditano, antes al contrario servir para engrandecer y ensalzar más su figura.
Francisco Rivera entregó su vida por alcanzar su sueño de niño, ser figura del toreo y mandar en la Fiesta. Una afición desmedida, que le hacía vivir por y para su profesión, junto con un constante afán de superación para ser cada vez mejor torero, le llevaron a potenciar todavía más las virtudes innatas que poseía. Torero largo y poderoso donde los haya, con un amplio repertorio de suertes, las cuales manejaba a la perfección. La lidia no tenía secretos para él, estudiaba con detalle cada reacción de los animales y, en muchos casos, se anticipaba a lo que el toro podía hacer en cada momento, gracias al vasto conocimiento de sus instintos y de todo lo que implica la Tauromaquia.
Raza, amor propio, constancia, sacrificio…, todas esas cualidades, más las apuntadas anteriormente, adornaban la personalidad de Paquirri, que fue uno de los toreros más importantes de la segunda mitad del Siglo XX, capaz de conquistar con su verdad y su entrega a las aficiones más exigentes y entendidas del planeta.
Gloria a los toreros, Eterno Paquirri.
Carmen de la Mata
Foto: Avance Taurino