Una clamorosa vuelta al ruedo dio el diestro valenciano como reconocimiento a su trayectoria y triunfos en Vista Alegre tras liquidar al cuarto de la tarde. Roca Rey perdió con la espada una posible oreja en el quinto. Sin suerte en su presentación en el Botxo, Pablo Aguado
Ficha
Plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. Quinto festejo de la Aste Nagusia. Cuarta corrida de toros. Lleno. Astados de la ganadería de Daniel Ruiz, nobles pero justos de fuerza y de raza. El mejor el 5º.
Enrique Ponce (Rosa palo y oro): Saludos y Vuelta al ruedo tras aviso como reconocimiento a su trayectoria en Bilbao.
Andrés Roca Rey (Gris plomo y azabache): Silencio y Saludos tras petición y aviso.
Pablo Aguado (Negro y plata): Silencio y Ovación.
Disposición absoluta de Enrique Ponce frente a un lote que le dio muy pocas opciones para expresar su toreo
El primer toro de la tarde fue noble pero con la raza justa. Soso el animal, al que no pudo bajar la mano Enrique Ponce, a su altura le hilvanó varias tandas templadas por ambos pitones, dándole su tiempo y sus distancia pero al conjunto le faltó transmisión y emoción, la que le faltó al cornúpeta de Daniel Ruiz. Pese a la apuntada condición de su oponente, Ponce le extrajo series de muletazos presididas por el gusto, la despaciosidad y el ritmo, sin toques bruscos, todo con suavidad. Lección de maestro del diestro de Chiva. Estocada trasera. Saludos.
Hasta los medios se salió lanceando a la verónica Enrique Ponce al cuarto. Brindis compartido del torero valenciano al público y al presentador de televisión Ramón García, amigo personal del matador, presente en el callejón. Imposible fue el lucimiento para Ponce, con un astado sin fuerzas, sin raza y que protestaba debido a esa condición. Pinchazo hondo. Vuelta al ruedo de despedida de Vista Alegre tras aviso.
Actuación muy seria de Roca Rey ante el exigente quinto de la tarde
Mucha clase demostró el segundo de la suelta en el capote de Roca Rey. Después del paso por el caballo, ejecutó el torero peruano un quite por gaoneras. Brindis de Roca Rey a Enrique Ponce, iniciando la faena por estatuarios. Su labor con la franela estuvo presidida por la firmeza ante un toro exigente e informal en su embestida, que terminó por acortar su recorrido. Pinchazo y estocada. Silencio.
Tampoco enseñó demasiada fortaleza el quinto de la tarde, que pasó por el peto como un mero trámite, como el resto de los animales que pisaron hoy el ruedo de Vista Alegre. Excelente quite por chicuelinas de Pablo Aguado. Faena importante de principio a fin de Roca Rey comenzada de rodillas en el tercio. La obra reunió la entrega, la verdad, el compromiso y la actitud de quién es y se siente mandón del toreo actual. Notable labor del diestro peruano, que expuso una enormidad con un cornúpeta que se movió y que llevó la emoción a los tendidos, cuajando series de relieve por ambos pitones, más meritorias aún las del pitón izquierdo. Concluyó con manoletinas. Pinchazo y buena estocada. Saludos tras petición y aviso.
Pablo Aguado solamente pudo brillar con el capote en su presentación en Vista Alegre
Extraordinario juego de brazos de Pablo Aguado en el saludo por verónicas al tercero, resultando superiores algunas de las instrumentadas por el pitón derecho, por dónde el astado embistió más largo y humillado. Buen quite, también por verónicas, del torero sevillano. La faena de Pablo Aguado no pudo alcanzar cotas artísticas elevadas debido a la falta de raza del animal del hierro albaceteño, que tenía nobleza, sobre todo por el lado derecho, pero al que la faltó transmisión y entrega. Dos pinchazos y descabello. Silencio.
El sexto mantuvo la tónica de prácticamente la totalidad del encierro, nobleza y calidad pero poca fuerza y raza. Muy torero y pulcro con él, Pablo Aguado, que lo pasó por uno y otro pitón con temple, consiguiendo momentos bellos y de gran plasticidad pero ayunos de emoción. Espadazo. Ovación.
Incidencias
Antes de empezar el paseíllo, Enrique Ponce fue homenajeado con un aurresku de honor.
Galería de fotos
Carmen de la Mata
Fotos: Philippe Gil Mir


