El gaditano abrió al puerta grande tras cortar un apéndice de cada toro. Francisco José Espada paseó la oreja del segundo
Ficha
Plaza de toros de Illescas (Toledo). Media entrada. Astados de Benítez Cubero (1º y 2º), Pallarés (3º, 4º y 6º) y El Montecillo (5º bis).
David Galván (Gris perla y azabache): Oreja tras aviso y Oreja tras aviso.
Francisco José Espada (Coral y oro): Oreja y Ovación tras aviso.
David de Miranda (Burdeos y azabache): Ovación y Ovación con saludos.
David Galván
El primero de la tarde no humilló nada en el capote de David Galván, que sin embargo le enjaretó varias verónicas con mucho temple y enjundia, abrochadas con un me extraordinaria media. El toro de Benítez Cubero fue noble pero desrazado, con poco fondo de bravura, parándose muy pronto en la faena de muleta de David Galván. Muy firme y seguro el diestro de San Fernando, por encima de las condiciones de su oponente. Pegándose un arrimón en el tramo final del trasteo. Estocada desprendida y descabello. Oreja tras aviso.
Con armonía y compás jugó los brazos David Galván al cuarto de la tarde, de Pallarés. Saludó en banderillas Juan Carlos Rey después de dos meritorios pares de rehiletes al ejemplar del hierro sevillano. A media altura en las primeras tandas de muletazos, le hilvanó un quehacer Galván ante todo templado, toreando con gusto, con expresión, con personalidad, que finalizó con genuflexos de gran torería. Algunos de los naturales que ejecutó fueron de cartel de toros, por reunión y profundidad. Espadazo algo trasero. Oreja tras aviso.
Francisco José Espada
El segundo de la corrida también manseó con claridad. Faena ligada y templada de Francisco José Espada, de mucha exposición y entrega del diestro madrileño, en la que aguantó parones y miradas, tragándole una barbaridad. Labor de peso, muy para aficionados del torero de Fuenlabrada. Concluyó con unas ajustadas mondeñinas. Estocada contraria. Oreja.
El quinto salió al ruedo descoordinado, por lo que fue devuelto a los corrales. Salió el sobrero, de la ganadería de El Montecillo. El astado de la divisa toledana demostró poca fijeza en los chismes en los primeros tercios, algo que cambió en la faena de muleta de Francisco José Espada, que cuajó un trasteo importante, que cogió altura al natural, por dónde llegaron pasajes muy lucidos, con el toro embistiendo por abajo hasta el final y el torero de Fuenlabrada conduciéndolo con temple, muy despacio. Por el derecho, también logró muletazos muy pulseados. Firmeza y seguridad en el espada madrileño. Pinchazo, estocada corta perpendicular y varios descabellos. Al final se echó el animal, sin necesidad de utilizar en más ocasiones el descabello. Ovación tras aviso.
David de Miranda
Con lances a pies juntos recibió David de Miranda al tercero de la suelta, de Pallarés. En el segundo tercero se paró mucho el astado, esperando bastante a los banderilleros. El diestro onubense comenzó faena con unos toreros ayudados a media altura. Se quedó en el sitio David de Miranda para ligarle los muletazos, aunque a veces el animal protestaba ante la exigencia del matador de Trigueros. Al apagarse el cornúpeta de Pallarés, se metió entre los pitones David de Miranda, dejando que los pitones le tocaran la taleguilla. El punto y final a la faena fueron unas manoletinas. Dos pinchazos y estocada arriba. Ovación.
Hasta los medios se salió con el capote David de Miranda en el recibo al sexto. El toro desarrolló sentido a lo largo de la lidia, poniendo en aprietos a los banderilleros de David de Miranda. Extraordinario, por el riesgo asumido el segundo par, colocado por Fernando Sánchez. El ejemplar de Pallarés se paró enseguida, con apenas medio muletazo. Desfondado en cuanto a raza el animal. Porfió con él David de Miranda, que lo intentó pero dadas las condiciones de su antagonista fue imposible el lucimiento. Valiente y entregado el de Trigueros. Pinchazo y estocada corta tendida. Ovación con saludos.
Carmen de la Mata
Foto: Prensa David Galván