Jorge Molina ha cuajado una gran actuación en ambos novillos, tan sólo empañada por el fallo con el acero. Álvaro Burdiel también fue ovacionado y Víctor Cerrato estuvo entregado y muy dispuesto
Ficha
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Novillada picada previa a San Isidro. 7.598 Espectadores. Ejemplares de la divisa de Los Maños, el 4º fue ovacionado con fuerza en el arrastre.
Jorge Molina: Saludos tras dos avisos y Saludos tras dos avisos.
Álvaro Burdiel: Saludos tras aviso y Saludos tras aviso.
Víctor Cerrato: Silencio y Saludos tras dos avisos.
Faena de mucho sabor de Jorge Molina al cuarto de la tarde
Un novillo con posibilidades fue el cuarto, segundo del lote de Jorge Molina. Cuando consiguió cogerle la medida y el aire llegaron algunos de los momentos de más conjunción y calado de la tarde. Lo ligó con gusto y conectó con el tendido cuando lo llevó ceñido y con los vuelos. Aunque la espada no fue lo mejor, tras pasaportarlo, saludó ovación. El primero fue un novillo reservón al que hubo que apostarle y poderle. Correcto estuvo con él Jorge Molina. Los momentos de más conexión llegaron al natural con una tanda muy lograda. Tras estocada saludó ovación.
Detalles de toreo caro de Álvaro Burdiel
Álvaro Burdiel recetó al segundo de la tarde dos verónicas de gran concepto. En la muleta nunca terminó de romper el de Los Maños. Faltó la emoción para que la labor llegara arriba. Lo mejor llegó en los trincherazos finales. Tras estocada, saludó ovación. El quinto no le dio opciones al madrileño. Se apagó muy pronto e imposible fue el lucimiento. En los compases finales le prendió sin consecuencias. Saludó ovación.
Lo mejor de la actuación de Víctor Cerrato llegó con la mano derecha ante el sexto
Importante fue el lote de Víctor Cerrato. El sexto fue un novillo interesante, sobre todo, en el último tercio. Había que estar muy firme y dispuesto con él. Lo consiguió Víctor Cerrato por momentos, sobre todo con la diestra, donde hubo más entendimiento y reunión. Al natural, consiguió hilvanar, también, una meritoria tanda. Aunque la espada no entró, saludó ovación. Ante el tercero, un novillo que se movió más alegre que sus hermanos, no terminó nunca de acoplarse. Tuvo el novillo una obediente embestida que quiso ligar limpia Cerrato, pero su labor no llegó arriba.
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