El torero peruano cuajó por naturales al sexto de la corrida, cortándole una oreja aunque se le pidieron las dos con mucha fuerza. Manzanares también tocó pelo frente al primero mientras que Talavante sorteó el peor lote
Ficha
Plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. Cuarto festejo de la Aste Nagusia. Tercera corrida de toros. Casi lleno. Ejemplares de la ganadería de Victoriano del Río, en su mayor parte con la raza justa. Los mejores el 1º, por clase, el 4º y el 6º, que sacó muy buen fondo en el tercio final.
José María Manzanares (Nazareno y oro): Oreja y Saludos.
Alejandro Talavante (Negro y plata): Silencio tras aviso y Silencio.
Andrés Roca Rey (Grana y oro): Silencio y Oreja con fortísima petición de la segunda.
Gran faena al natural de Roca Rey al sexto
El sexto de la tarde tuvo la raza y la casta que a otros animales les faltó. Saludó en banderillas después de prender dos pares arriba, Viruta. De rodillas en los medios con varios pases cambiados por la espalda, comenzó la faena Roca Rey, abrochando la tanda con un largo pase de pecho. El público en pie. Magnífica obra con la franela del torero peruano, que cuajó al toro al natural con dos tandas extraordinarias, de muletazos largos, muy profundos, de mucha verdad y entrega. El toro de Victoriano del Río era noble y con buen fondo pero al que había que saber entender, como así lo hizo Roca Rey. Después se metió en terrenos de cercanías, dejándose acariciar los muslos una y otra vez por el cornúpeta, que a esas alturas de la faena ya estaba plenamente dominado. Vista Alegre era un manicomio. Estocada desprendida. Oreja con fortísima petición de la segunda.
El tercero fue un animal exigente que sacó genio al poderle Roca Rey
Muy corto se quedó en el capote de Roca Rey el tercero de la función, que eso sí humilló en la tela rosa que manejaba el diestro peruano. Sin embargo, echó la cara arriba en varas, peleando sin entrega. Vibrante inicio de faena de Roca Rey, pegado a tablas, rematado con un pase del desprecio soberbio y otro de pecho de pitón a rabo. Después el astado se puso complicado, áspero y violento, sacando genio al sentirse podido por el mano de Roca Rey, que estuvo firme y aguantando lo gañafones que tiraba el cornúpeta. Media estocada desprendida. Fuerte voltereta a Antonio Manuel Punta una vez el toro tenía el toro el acero dentro. Silencio.
Muy templado José María Manzanares frente al primero
El primero de la tarde no se empleó en el capote de José María Manzanares así como tampoco en el peto, en cambio echó la cara arriba en este trance. Poco a poco, a base de paciencia, buena técnica y mucho temple el toro rompió a embestir por el pitón derecho en la faena de muleta de Manzanares, que aceró a dejarle siempre la muleta por delante y conducirlo a su altura, sin obligarlo por abajo, al principio. El animal sacó fondo de nobleza y de clase en le tercio final, presentando mejor condición por el derecho, en todo momento. Estocada trasera y contraria. Oreja.
Mucho pulso del diestro de Alicante con el cuarto
El cuarto ha embestido con clase al capote de José María Manzanares tanto en el saludo de inicio como en el quite posterior por chicuelinas, muy ajustado. Se emplea con bravura en varas el de Victoriano del Río. Excelente lidia de Diego Vicente. Manzanares administra a la perfección el depósito de fuerza del astado del hierro madrileño, aplicando la medicina del temple para pulsear cada arrancada de su antagonista. Pinchazo y espadazo contrario. Saludos.
Talavante tuvo pocas opciones de lucimiento con el peor lote
Tampoco se dejó en el capote de Talavante el segundo de la corrida. Quite por chicuelinas del diestro extremeño. Se desmonteró tras colocar dos sensacionales pares de banderillas Javier Ambel, con el astado apretando hacia los adentros. Buena lidia también de Álvaro Montes. El animal tuvo nobleza y clase en la muleta del matador pacense pero se fue apagando, no duró demasiado. Templado y muy torero Talavante con él, por encima de las condiciones de su enemigo. No viajaron los aceros con acierto. Silencio tras aviso.
Lo mejor del extremeño en el quinto, el toreo con la zurda
El toro quinto hizo las cosas mejor en el caballo en el primer puyazo que en el segundo, dónde empujó con la cara más arriba. Quite por chicuelinas y tafalleras de Roca Rey, muy templado. El astado no humilló nada en la muleta de Talavante, que se acopla bien a la altura a la que embistió el toro. Más sobresalientes resultaron las series instrumentadas con la zurda, pero el de Victoriano del Río tenía corto recorrido y le costaba ir hacia delante. No hubo acierto, nuevamente, con los aceros. Silencio.
Galería fotográfica
Carmen de la Mata
Fotos: Mónica García Madroñal

