Rotundos triunfos de Emilio de Justo y Colombo en San Cristóbal

Rotundos triunfos de Emilio de Justo y Colombo en San Cristóbal

Rotundos triunfos de Emilio de Justo y Colombo en San Cristóbal

El torero extremeño cortó cuatro orejas por tres del venezolano. Sebastián Castella, que abrió cartel, obtuvo un apéndice

Ficha

Plaza de toros Monumental de San Cristóbal (Venezuela). Segunda corrida de la Feria de San Sebastián. Toros de la vacada de Campolargo, desiguales de presentación y con movilidad. Encastado el tercero, complicados primero, cuarto y sexto. Nobles segundo y quinto.

Sebastián Castella: Oreja y Palmas tras dos avisos.

Emilio de Justo: Dos orejas y Dos orejas.

Jesús Enrique Colombo: Dos orejas y Oreja.

Incidencias

Las cuadrillas cumplieron correctamente, destacando en banderillas Carlos Pizzuto y José Ortega.

Sebastián Castella

El francés Sebastián Castella sorteó el peor lote dentro de los animales de Campolargo que pisaron el coso de San Cristóbal. Le arrancó una oreja al primero de la función con una faena llena de pundonor, de raza, de valor y de aguante, frente a un astado que no se lo puso fácil.

El cuarto fue aún más complicado, por lo que Sebastián Castella tan sólo pudo estar dispuesto y voluntarioso ante en ejemplar que presentó bastantes dificultades. Palmas tras dos avisos.

Emilio de Justo

En cambio, Emilio de Justo tuvo delante los dos mejores toros de la corrida. El segundo embistió con bravura y calidad a la franela que manejaba el matador de Cáceres, que cuajó una labor rotundo, maciza, muy completa por ambos pitones. Mejores resultaron las tandas ejecutadas con la mano derecha, abrochadas con largos pases de pecho. Dos orejas.

El quinto también se desplazó con clase y nobleza tras las telas que le presentó Emilio de Justo, que ya se lució de salida con el capote. Ya con la muleta, hilvanó un quehacer lleno de poder, de dominio, de gusto, que alcanzó su cénit al natural, logrando por ahí reunión y profundidad. Dos orejas.

Jesús Enrique Colombo

El tercero del festejo fue un cornúpeta encastado, con bravura y transmisión a los tendidos. Colombo le dio fiesta en los tres tercios, consiguiendo colocar unos vibrantes pares de banderillas. Muleta en mano, la faena destacó por el dominio y el poder del toreo instrumentado por el diestro venezolano, que terminó por imponerse a su encastado antagonista. Dos orejas.

El sexto sacó dificultades en el tercio final, problemas que supo solventar a la perfección Colombo, buscándole las vueltas con disposición y buen oficio. Oreja.

Foto: Plaza de Toros de San Cristóbal