El Obispo de Jerez bendice la Capilla de la Plaza de El Puerto
La Capilla ha sido restaurada recientemente
Bajo la mirada del obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Monseñor José Rico Pavés, la Capilla de la Plaza Real de Toros de El Puerto de Santa María fue solemnemente bendecida, tras las obras de restauración acometidas en los últimos meses. Una intervención destinada a dignificar aún más este singular espacio de culto, enclavado en el interior del histórico coso taurino portuense, inaugurado en 1880.
Asistentes al acto
El acto contó con la presencia del:
Concejal delegado de la Plaza de Toros, Carmelo Navarro
El maestro José Luis Galloso
Antonio Andrades, jefe de personal del coso
Su hermano Miguel Andrades
Francisco Martín Arroyo Moreno
Francisco Javier Borras Suárez.
Acompañaron al obispo el diácono permanente de la Parroquia de San Francisco, Juan Luis Izquierdo Fernández, actual capellán responsable de prestar los auxilios espirituales en la capilla de Plaza Real, que estuvo encomendada hasta octubre de 1985 a la Santa Iglesia Mayor Prioral de Nuestra Señora de los Milagros.
Un lugar sagrado lleno de historia
Este espacio ha sido cuidadosamente restaurado y ornamentado gracias a la generosa colaboración de particulares, profesionales y entidades. De profundo valor espiritual y cultural, ha recuperado su esplendor original, respetando su esencia histórica. Su función como lugar de recogimiento y oración trasciende lo taurino, constituyéndose en un símbolo de introspección, fe y tradición.
Abierta a visitas
El concejal Carmelo Navarro subrayó que la intención del Ayuntamiento es abrir la capilla a las visitas como un lugar emblemático, para dar a conocer su riqueza patrimonial y espiritual. Navarro expresó su más sincero agradecimiento al obispo por su cercanía y por haber querido bendecir personalmente el espacio, así como a todas las personas e instituciones que han contribuido a su restauración y conservación.
Custodiado por diferentes personas e instituciones
Ubicada junto a la sala de diestros y la enfermería, la capilla ha sido durante generaciones el refugio de oración de los toreros antes de cruzar la arena. En sus orígenes, estos espacios eran custodiados por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl del antiguo Hospital San Juan de Dios. Éstas tomaron posesión el 15 de febrero de 1874 y mantuvieron su presencia hasta 1958. A partir de ese año, el sacristán de la Prioral, Manuel Girón Ceballos, asumió el cuidado de la capilla. Desde 1986, fue José Manuel Castillo Franco quien, de manera altruista y con gran devoción, se hizo cargo del altar y del exorno de la capilla, perpetuando la tradición.