El novillero formado taurinamente en la Escuela de Salamanca salió a hombros tras cortarle las dos orejas al sexto de la tarde, el mejor del encierro de Montealto
Ficha
Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Tercera novillada del Alfarero de Oro. Tres cuartos de entrada. Utreros de Montealto, de sensacional presentación, muy serios. Los mejores fueron 1º, 3º, 5º (en el primer tercio) y el 6º, éste el de nota más alta.
Diego Bastos (Vainilla y oro): Saludos tras aviso y Silencio.
Manuel Caballero (Azul pavo y oro): Silencio y Silencio.
Iker Fernández “El Mene”, que sustituía a Samuel Navalón, (Verde hoja y oro): Saludos y Dos orejas.
Personalidad, pureza y verdad en el toreo de El Mene
Buenas maneras enseñó El Mene en el saludo por verónicas al que hizo tercero. En buen sitio, sobre todo en el primer puyazo, se agarró Cristian Romero. El de Montealto puso en aprietos a los banderilleros, apretando hacia los adentros. Gran faena de El Mene, llena de pureza, de gusto, de personalidad y de distinción, tragándole al animal miradas y parones, como uno al inicio del trasteo que marcó el devenir del mismo. Gran impresión la causada por el novillero formado en la Escuela Taurina de Salamanca, que intentó siempre hacer las cosas con pureza y verdad, dando el pecho y cargando la suerte. Media estocada al trasera. Saludos.
Muy despacio jugó los brazos a la verónica El Mene en el saludo al sexto. Gran quite por chicuelinas de Diego Bastos. Gran novillo de Montealto, bravo, encastado, con entrega en la muleta, recorrido y profundidad al embestir. El Mene ha cuajado una obra cumbre, por la reunión, el temple, la pureza, la excelente colocación, siempre dando el pecho y asentado en los riñones, cargando la suerte. Por uno y otro pitón llegaron series sublimes, de un torero que mostró tener sello propio y sus credenciales para ser “gente” en el mundo del toro. Estocada entera entrando a matar o morir. Dos orejas para El Mene y gran ovación con petición de vuelta al ruedo para el animal de la divisa madrileña.
Templada y mandona faena de Diego Bastos al primero de la función. Menos suerte tuvo en el cuarto
Magnífico recibo por verónicas de Diego Bastos al primero de la tarde, meciendo el capote con ritmo y compás. Poca entrega del animal en varas. Quite por gaoneras del novillero sevillano. Se desmonteró José Germán en banderillas, después de arriesgar en dos grandes pares. Mando y sometimiento en la muleta de Diego Bastos, que cuajó una faena de mucho peso, exigiendo y rompiendo al cornúpeta de Montealto por abajo y éste respondiendo con nobleza. Finalizó el trasteo el espada hispalense con unos toreros ayudados por alto. Espadazo contrario y varios descabellos. Saludos tras aviso.
El cuarto dejó ver una evidente querencia a las tablas desde el primer tercio, esperando en banderillas. El ejemplar de Montealto llegó al último tercio muy aplomado y parado, imposibilitando a Diego Bastos hilvanar faena. Desrazado y deslucido. Voluntad y disposición fue lo único que pudo hacer el diestro sevillano. Marró después con el estoque. Silencio.
Firmeza y disposición en Manuel Caballero
Manuel Caballero recibió al segundo de la suelta con lances a pies juntos. En el primer tercio, no tuvo buen comportamiento en varas, costando mucho trabajo su entrada al caballo. En banderillas, mostró también poca fijeza y querencia hacia los adentros, sin querer acometer de verdad. Intentó el torero de Albacete dejarle la muleta puesta al astado del hierro madrileño, pero éste salía con la cara por arriba y desentendiéndose, desluciendo el trance. Rajado el cornúpeta de Montealto. Los pasajes más lucidos de la faena llegaron con la mano izquierda, pasaportando a su antagonista Caballero de dos pinchazos y estocada trasera. Silencio.
Extraordinario con la vara Tito Sandoval, que suministró dos varas, sobre todo la segunda, soberbias. El novillo de Montealto se arrancó con alegría y franqueza al caballo. Saludaron José Alberto Aponte “Candelas” y Víctor Martínez, que colocaron los rehiletes con mucho compromiso, jugándosela. En la faena de muleta de Manuel Caballero, el animal se vino a menos, quedándose corto, con la cara por arriba y con poco celo. Pinchazo y estocada trasera. Silencio.
Incidencias
Como cada tarde, sonó el Himno de España al finalizar el paseíllo
Galería de fotos
Carmen de la Mata
Fotos: Ángel Huéscar