Pedro Gallego y Gonzalo Capdevila, a hombros en Cortegana

Pedro Gallego y Gonzalo Capdevila, a hombros en Cortegana

Tres orejas conquistaron cada uno en la primera semifinal del Circuito de Andalucía

Ficha

Plaza de toros de Cortegana (Huelva). Primera semifinal del Circuito de Andalucía. Media entrada. Utreros de la ganadería de Luis González Conde y uno (6º) de Espartaco, de gran juego, con fondo de casta y bravura, exigentes. El mejor el 5º.

Pedro Gallego: Oreja con petición tras aviso y Dos orejas tras aviso.

Gonzalo Capdevila: Oreja con petición y Dos orejas.

Martín Morilla: Oreja y Ovación tras aviso.

Pedro Gallego
Primero

1º ‘Noruego’, nº 10. Larga cambiada a porta gayola de Pedro Gallego, llevándose el percal el animal de Luis González Conde. El ejemplar metió los riñones y echó la cara abajo en el peto. Inició la faena Pedro Gallego con varios pases cambiados por la espalda en el centro del ruedo. Importante labor muleteril del espada de Torreperogil, que estuvo en todo momento asentado, muy de verdad y tragándole a su antagonista. Éste embestía muchas veces por dentro, protestando y echando la cara arriba. Manoletinas para cerrar la faena. Casi medio espadazo desprendido. Oreja con petición tras aviso.

Cuarto

4º ‘Comunero’, nº 31. Otra vez se fue a portagayola Pedro Gallego para saludar al cuarto de la tarde. Ajustado quite por gaoneras del torero jienense después de pasar por el caballo. Comienzo de faena de Pedro Gallego por estatuarios, frente a un novillo con cierto genio en la embestida. Seguridad, firmeza y oficio del espada de Torreperogil a pesar de que el animal tendía a puntear el engaño. Mucho mérito tuvo su labor, corriendo la mano con temple y tirando con suavidad de la embestida de su oponente. Terminó la faena con circulares invertidos, pasándose los pitones por la faja. Muy rotundo Pedro Gallego con el burel de Luis González Conde, que sacó fon de bravura. Rubricó con bernadinas. Pinchazo hondo en buen sitio. Dos orejas tras aviso.

Gonzalo Capdevila
Segundo

2º ‘Machacón’, nº 1. A la puerta de chiqueros se marchó también Gonzalo Capdevila para saludar al segundo de la tarde. Buena lidia de Diego Ramón Jiménez. A base de temple, suavidad y toques sutiles, construyó una faena el novillero de El Puerto de Santa María de nota alta, en la que cuajó series de muletazos largos y lentos por ambos pitones ante un astado noble pero con la arza justa, ya que apuntó querencia en varios momentos de la lidia. Terminó el trasteo rajado en tablas. Finalizó Gonzalo Capdevila por manoletinas. Pinchazo y estocada contraria. Oreja con petición.

Quinto

5º ‘Escribiente’, nº 3. Faroles de rodillas de Gonzalo Capdevila para saludar al quinto de la tarde. Excelente inicio de faena del novillero portuense de rodillas, toreando en redondo de rodillas, con el animal repitiendo con motor y codicia. Trazo de muletazo largo y por abajo, cuajando series redondas y macizas, que calaron en los tendidos por la entrega, exposición y verdad de Capdevila. Estocada en el hoyo de las agujas. Dos orejas y vuelta al ruedo al novillo de Luis González Conde.

Martín Morilla
Tercero

3º ‘Trapero’, nº 14. Inspirado recibo capotero por verónicas de Martín Morilla al tercero de la tarde. Derribo sin consecuencias al picador. Muy torero el inicio de faena del novillero de Morón de la Frontera. Labor de mucha firmeza, entrega, de inspiración, de sentimiento, encajado, dando el pecho. Desengañó al burel de Luis González Conde a base de valor, de quedarse en el sitio y de apostar. Obra sobresaliente del joven torero sevillano, que ha expresado su personal forma de sentir el toreo. Pinchazo y estocada algo desprendida. Oreja.

Sexto

6º ‘Atractivo’, nº 32. (Espartaco). Airosa recibo por verónicas de Martín Morilla al sexto de la función, saliéndose hasta los medios. Bonito quite por delantales de Martín Morilla. Novillo con buen son de Espartaco, que sacó casta en la faena de muleta del diestro de Morón de la Frontera, que fue poco a poco construyendo su labor con mucha entrega, verdad y exponiendo una barbaridad a su antagonista, que fue exigente. Cuando el astado se entregó, Martín Morilla se rompió más toreando, muy para él. Posteriormente, marró con la tizona. Ovación tras aviso.

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Vídeo

 

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