Oliva Soto, la reivindicación de un torero con sello propio
Oliva Soto: “El sentimiento que yo puse ante el toro, Sevilla me lo devolvió”
Oliva Soto regresaba a la Real Maestranza el pasado domingo. El diestro de Camas cuajó una sensacional faena a un toro bravo y encastado de El Parralejo, llevando la emoción a los tendidos. A pocos días de vivir con tanta intensidad una tarde que quedará en el recuerdo de la afición sevillana charlamos con el torero camero, que nos relata el cúmulo de sensaciones que experimentó al firmar tan magnífica obra en un día tan especial.
Felicidad por el triunfo de Sevilla
Supongo que estarás súper feliz y muy contento después del triunfo del pasado domingo en Sevilla.
“Sí, gracias a Dios fue un día pleno de felicidad, con el que llevaba tiempo soñando. La verdad que se reunían muchas cosas para que saliera todo bien: la Hermandad de los Gitanos, el proyecto de la Asociación “Nuevo Futuro” y además el homenaje al Maestro Curro Romero, que es un torero único, que marcó un antes y un después en Sevilla”.
Tarde de muchas emociones
Está claro que se trató de un día muy especial, porque para ti significaba volver a la Maestranza, en un festival homenaje al gran Maestro, que es un auténtico mito viviente del toreo y a beneficio de la acción social de la Hermandad de los Gitanos, de la que tú formas parte.
“Fue una jornada histórica para la ciudad de Sevilla y para la Maestranza, que creo que todavía no somos conscientes de lo que allí se vivió. Fue una tarde de muchas emociones, no solamente en mi faena a ese gran toro de El Parralejo sino también por el brindis de todos los toreros al Maestro, la ovación de toda la plaza al final del festejo cuando nos paramos delante de dónde se encontraba Curro…”
Sentimiento recíproco
“En mi caso particular no fue fácil cuajar a ese gran toro, sobre todo después de las faenas que habían hecho anteriormente tanto El Cid como Daniel Luque, porque cuando sucede eso seguidamente el público se relaja, pero en esta ocasión no fue así. Hubo cosas de bastante sentimiento, tanto con el capote, al salirme hasta los medios pegándole lances, como con la muleta. Pienso que fue recíproco el alma y el sentimiento que yo le puse con lo que la afición sintió”.
La rotundidad de la obra
El domingo se reunían muchas cosas, considero que era un momento único para llamar a la puerta nuevamente y que la gente viera que hay Oliva Soto para rato. Que a poco que te den una oportunidad estás preparado y mentalizado a tope.
«Pues sí. El Maestro Cid estuvo a la altura tremenda y Daniel Luque es seguro de las figuras que estén ahora mismo en mejor momento, y en general todos los compañeros. Yo estaba centrado en mi toro, por eso creo que fue todo muy reunido, desde el recibo con el capote hasta la estocada final. Pude dar ese toque de atención y sentirme feliz de cortarle las dos orejas a un toro en Sevilla, eso se lo lleva uno en el alma».
Gran toro de El Parralejo
El toro de El Parralejo tuvo muchas virtudes: fue bravo, encastado, con fijeza, con recorrido, con clase, agradecido pero muy exigente. Había que llevarlo mucho, con mando y sometimiento porque si no te comía, sobre todo al principio.
«Sí, fue un gran toro. Pienso que también fui generoso, de llamarlo de lejos, de darle ventajas al animal. Fue muy bonito cómo galopó tras el engaño, sobre todo en las dos o tres primeras tandas, después hubo que administrarlo porque aflojó ese poder, gracias también al sometimiento inicial. Al final hubo muletazos más despacio, los finales para adentro con los ayudados por alto y también por bajo, calaron mucho en el público. La estocada también fue muy buena, con el toro cayendo prácticamente en los medios».
Felicidad compartida
«Cuando besé el albero al doblar las manos el animal sentí mucha paz interior, no sólo por el triunfo sino por la lucha diaria de un año en el que casi no he toreado nada. Era muy difícil estar a la altura de ese toro, pude darle muletazos largos, por abajo, no me enganchó el engaño. Estaba feliz por mí y también por bastantes profesionales, periodistas, familia…, que se alegran por el triunfo. Esa lucha y ese sacrificio lo tienes que llevar con profesionalidad y esfuerzo, si bien la gente también sabe valorar y medir todo eso porque al conceder la primera oreja continuaron pidiendo la segunda todavía con más fuerza. Ese cariño de la Maestranza estará dentro de mí hasta que me muera».
Cabeza fría y confianza en uno mismo
Imagino que no fue sencillo aguantar la presión, la responsabilidad, los nervios, con el añadido como hemos apuntado antes del triunfo cosechado por tus compañeros. La procesión iría por dentro porque se te vio muy fresco y con la mente despejada.
«No pensé tanto en lo que envolvía la tarde, porque prácticamente estaba hecha con las cuatro orejas que se llevaban cortadas en tres toros. Aquí en Sevilla no hay festivales, todo el mundo tanto los toreros como los ganaderos vamos a darlo todo. Dios está arriba y nos puso en el camino ese toro que colaboró y también fue muy importante mantener esa frialdad y la confianza en uno mismo, porque yo sabía que a poco que me ayudara el toro lo podía cuajar».
El reconocimiento de la afición
Cuando uno es capaz de torear así a un toro tan bravo y tan importante y tiene la oportunidad de expresarse de esa forma en un templo de toreo como es la Maestranza, da por buena tanta lucha, tanta entrega a tu profesión, tanto sacrificio.
«Claro, mucha gente no lo entenderá lo que duele no tener fechas por delante. Cuando te lo juegas todo en una tarde, con un único toro, y que puedas lograr que la afición te reconozca ese esfuerzo de años te llena por dentro, no puedes ni explicar con palabras lo que sientes».
Agradecimientos
«Ahí está el Señor de los Gitanos que fue el que puso en el camino de regresar a Sevilla, aunque también se lo quiero agradecer al Maestro Espartaco, a la Empresa Pagés y a la Hermandad porque entre todos hicieron una tarde muy especial, destacando igualmente el homenaje a Curro Romero. Yo quise llevar un toro, que además cumplía ya cinco años, de una ganadería brava, como la de El Parralejo porque tenía que apostar. Gracias a Dios ese animal, ‘Ultrajado’, me dio una enorme satisfacción y una gran alegría».
La dureza de estar parado
Lo más duro para un torero que siente el toreo como tú lo haces, muy dentro de ti, lo más duro debe ser estar parado, no poder expresar con el capote y con la muleta tus sentimientos, porque verdaderamente es una necesidad, al igual que el pintor lo hace con los pinceles y un lienzo o el cantaor con su voz en una bulería, los toreros os expresáis con los chismes en la mano.
«En el campo te puedes expresar pero lo que de verdad te hace feliz es ver al público entregado contigo, eso es lo que te motiva y por lo que tú vives. Al final, lo que desea y lo que busca un torero es torear, porque como has dicho es una necesidad. Se pasan momentos duros y difíciles pensando en el futuro pero cuando llega un día así y lo disfrutas tanto, lo que está por venir te da menos miedo. Cuando uno se entrega totalmente a su profesión, los compañeros, los profesionales y los taurinos lo reconocen y eso es muy bonito».
El camino correcto
Este triunfo en Sevilla viene a ratificar también que tu camino es el correcto, aunque sea más duro y más difícil pero también es más satisfactorio y te llena más.
«Yo he matado todo tipo de encastes, también me he enfrentado a corridas duras y hay que cuidar ante todo que las cosas que te ofrezcan sean serias. La entrega y la verdad es lo que más llega, y llevarlo a cabo diariamente en tus entrenamientos».
«Que se puedan juntar todas las cosas, como el pasado domingo, para que salga todo redondo y se consiga el triunfo no es fácil, porque se te puede venir por pequeños detalles, como un desarme inoportuno o que el animal tarde en caer».
La próxima Feria de Abril
Para finalizar, ¿Esperas que este éxito en el festival homenaje al Maestro Curro Romero te posibilite estar anunciado en la próxima Feria de Abril?
«Sería lo natural y lo normal. Porque como he manifestado antes no es sencillo cortarle las dos orejas a un toro cuajado y con el trapío que tenía el de El Parralejo, que puede salir perfectamente en la feria. Ojalá que eso se traduzca en número de contratos pero la satisfacción de torearlo como lo hice y que la gente lo haya reconocido no me lo quita nadie».
Galería de fotos
Texto: Carmen de la Mata
Fotos: Arjona – Pagés